ayuno

EL PROPÓSITO DE AYUNAR

Una parte integral del desarrollo de nuestra relación con Cristo es el ayuno. Es un momento en el que enfocamos nuestros esfuerzos y atención, para que podamos escuchar a Dios con mayor claridad. Cuando ayunamos, sacrificamos los deseos de nuestra carne para alinearnos con la voluntad de Dios. El ayuno no se trata de perder peso, se trata de ganar dirección.

Cuando el Espíritu Santo nos llama a ayunar, nos fortalecerá y nos dará la capacidad de llevarlo a cabo. Aquí hay algunos consejos que pueden ayudarle durante todo el proceso.

COMO AYUNAR

1. IDENTIFIQUE EL PROPÓSITO DE SU AYUNO

¿Está orando por la sanación, una nueva oportunidad o buscando claridad para una situación particular? ¿El Espíritu Santo simplemente te guió a ayunar? Identificar el propósito de su ayuno le ayudará a mantenerse en el camino hasta el tiempo designado.

2. Tener un corazón abierto

Debemos llegar a este momento con un corazón humilde y abierto, reconociendo que la fortaleza de Dios se perfecciona en nuestra debilidad. Cuando nos acercamos a Dios de esta manera, nuestros corazones están abiertos a la palabra que Él nos revelará.

3. BUSCA LA PALABRA DE DIOS

Cuando ayunemos, más distracciones y tentaciones serán lanzadas en nuestro camino. Debemos meditar en la palabra de Dios para que no nos perdamos lo que Él quiere revelarnos.

Después de tu ayuno

Después de que rompas tu ayuno, mantente comprometido a buscar la voluntad de Dios. El objetivo es llegar a ser más como Jesús. A través de este proceso, te darás cuenta de que la presencia de Dios y su voluntad para con nosotros proporcionan mayor satisfacción que cualquier otra cosa en este mundo.

Ahora bien —afirma el Señor—, vuélvanse a mí de todo corazón, con ayuno, llantos y lamentos.
— Joel 2:12